martes, 9 de abril de 2013

A veces el entorno te define

Conocí a Fabiola a los 16 años, ella tenía 17 pero aún no terminaba el cole y ambos hacíamos promo, ella vivía por Las Malvinas, aquel centro comercial de dudosa reputación ubicado por Plaza Unión. Ella estudiaba en un colegio del estado en la Av. Alfonso Ugarte y yo hincha un día decidí ir a recogerla. Pensé conversar con ella un rato y luego acompañarla a tomar su carro y despedirnos, pero ella me propuso caminar hasta su casa y que ella me embarcaría. Inocente, Incosciente y algo enamorado acepté. Luego de sortear pirañas, delincuentes y hartos fumones llegamos al paradero de su casa. Ella normal, era su barrio, su zona, su entorno y yo,un chico que por más rebelde sin causa que pudiera parecer, era un chibolo sonso agrandado. Me preguntaba como una chica tan linda podía estudiar en un colegio así y pero aún vivir por allí; pero cuando conversaba con ella no importaba mucho. Se acabó el año escolar y se esfumó,  yo usaba el Latinmail (mierda que viejo!) y ella no sabía ni prender la PC educación inclusiva (?) pero no tenía celular, era un lujo. Cuatro años después me la crucé en una discoteca de dudosa reputación en el centro de Lima. Seguía guapa, cambiamos números de celular, la pasamos bien y luego desapareció otra vez. Años despúes me la crucé en Las Malvinas cuando le hicé la taba a un broder para ponerle audio a su carro. El tiempo pasó por nosotros de mala manera.