domingo, 12 de enero de 2014

Friendzone(?)

Marita estudiaba en un colegio cercano al mío. Nos conocimos cuando ambos asistíamos a "La Confirmación". La pasábamos muy de puta mare siempre que conversábamos pero ella tenía un enamoradito que siempre me malograba los planes para atrasarlo. El broder me caía mal y yo sabía que engañaba a Marita con una flaca de otro cole, pero códigos son códigos y puedo ser lo que sea pero nunca soplón, al menos en esos temas nunca, para mí cada quién debe darse cuenta y afrontar sus errores.
Como nunca me ha gustado la Friendzone(?) , decidí alejarme de Marita, buscar otros aires; es decir, buscar otra flaca más accesible y me encontré con Liliana. Liliana era linda, de ojos enormes y muy inteligente. Salimos al cine, al parque, a caminar, al parque, a caminar, al parque, a caminar, al parque y así sucesivamente, o sea notarás que mis padres no me daban propina y mi recurseo (meter rápidamente la mano en el bolso de mi mamá) me alcanzaba con las justas para los pasajes, un chocolate princesa, gaseosa Chiqui y en el mejor de los casos un par de entradas al cine. Con Liliana duramos como 2 meses, era mi relación mas larga y estable hasta ese momento, hasta que Marita me escribió un mensaje a mi correo de LantinMail (sí, LatinMail soy viejito) para encontrarnos un día en el parque donde solía caminar con Liliana. Era un viernes, ya había quedado con Liliana vernos ese día en la mañana, hasta medio día porque luego ella iba al IPCNA a sus clases de inglés, así que para ahorrarme el pasaje cite a Marita para la tarde y mataba dos palomas de un solo tiro.
Sucede que Liliana llegó más calenturienta que de costumbre, me dijo que sus padres luego del trabajo iban a ir a una reunión familiar y que ella quería faltar al IPCNA para poder ir a su casa y ver una película,escuchar música y demás cosas cursis que se suelen decir a esa edad. Y muy huevón yo, le dije que no, que tenía un compromiso donde una tía y que solo podía verla hasta medio día, que vaya a sus clases y lo dejábamos para otro día.
Bueno, lo más probable es que me perdí de algo más que una película, de escuchar a britney spears o una buena sobada en su mueble, nunca lo sabré. Lo concreto es que nos peleamos, lo normal, y se fue molesta, lo normal. Entonces, esperé y esperé a Marita, hasta que llegó a la cuatro de la tarde, muy rica, pero bastante triste. Y sí, me tuve que soplar toda su historia, su pelea con su enamoradito, y demás cojudeces que se dicen a esa edad, pañuelo de lágrimas que le llaman. Entrada la noche y harto de la friendzone intenté besar a Marita, me tiró un cachetadón y se fue. Es decir, ese día al cazador se le escaparon las palomas.
A Liliana nunca más la volví a ver, a Marita la vi luego de muchos años, como en el fútbol, la vida te da revancha.