sábado, 27 de marzo de 2010

Siete de la mañana, tráfico, Micro, Lima

07:15 am: tomó la Sol de Oro, en versión Coaster, pagó con cinco soles el valor de cincuenta céntimos. El cobrador, de look delincuencial, me mira con odio y me pregunta si tengo sencillo; lo miro con más odio , a esa hora a la única que puedo ver con amor es a mi hija Camila, y le digo un fuerte, sonoro y rotundo NO, no hay otra forma de responder ya que con la gente mal educada hay que ser cortante.
Al bajar, diez cuadras más adelante, veo a todo mundo corriendo de un lado a otro, subiendo y bajando de cientos de combis, micros, y taxis, los cuales apurados se cierran entre sí, peleándose sin tregua el lago derecho del carril.
Me pregunto el destino de todas las personas tan apuradas y recuerdo que hasta hace 6 años, yo era parte de esa vorágine gentil, de aquellos necesitados de llegar temprano a estudiar, trabajar o ir al Seguro (si llegas 7:30am al seguro social, es probable que no encuentres cita hasta nuevo aviso)
Ya en el otro paradero me pregunto ¿Por qué tengo que tomar micro? Y recuerdo con nostalgia que hace 4 meses vendí mi auto viejo y el día de ayer tuve que comprar la leche de mi hija y cumplí un mes más con Cathy, olvidando pasar por efectivo al cajero, aunque no estoy seguro si habrá dinero en algunas de mis cuentas. En fin, llega el micro repleto de gente algunos duermen, otros escuchan algo y otros van pensando cualquier cosa, me incluyó en el último grupo, la idea de tener mi primer millón es muy fuerte creo que necesito terapia.
Voy de pie, es un martirio, sudo con el extraño sol a finales de Marzo en Lima una ciudad que por esta fecha ya debería estar a oscuras, cosas del calentamiento global con el cual contribuyo y que me permite ganar algo de dinero. Estoy en sandalias y esquivando los pisotones, suben y bajan en cada paradero y recuerdo con desesperación a mi auto viejo en el cual ya hubiese llegado a mi destino.
Para suerte mía, en este micro no ponen música, por lo general los señores transportistas, tienen gustos musicales horribles, no siempre los pentafónicos huaynos son hermosos. Decido colgar mi malestar en el Twitter, aunque no se porque cuelgo cosas en el Twitter, luego reniego con la cuenta de Claro, si solo me sigue una prima que nunca responde nada, y pienso en quedarme dormido, pero el temor de pasarme y llegar hasta el último paradero me impide dormir, los conocedores sabemos que allí se confunden transportistas, ambulantes y delincuentes.
He llegado a mi destino, 40 minutos de Lleva lleva, Pisa, Apéguese al fondo, Avance atrás, Pasaje pasaje, 3 4 5 va sopa, etc. llegan a su final y con ello el final de mi suplicio, me juro a mi mismo ese día pasar por un cajero y sufrir un poquito menos al regreso tomando un taxi, si es Yaris mejor, porque el tráfico en Lima es espantoso y solo en taxi o en tu auto se puede sobrevivir mejor.

2 comentarios:

  1. ...completamente de acuerdo sr.Puerquito, andar en combi por Lima es lo peor que puede haber, pero ni modo, si no tenemos para el taxi, toca Combi.... me incluyo y me saludo recibiendome nuevamente al mundo urbano.

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  2. Asi es mi querido G, por eso no hay que salir a las 8, 13 y 16 horas y jamás 20h de un día viernes, son horas fatales. Un abrazo

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